(Crítica sin ‘spoilers’)
Por Igmar P. / Café Cinéfilo
La sinopsis.
En un futuro en el que la tecnología ha avanzado al grado de
que ya hay colonias de gente en el espacio exterior y en la Tierra se fabrican
animales y humanos artificiales, éstos últimos conocidos como replicants, un
oficial de la Policía, encargado de detectar y eliminar a replicants ilegales, hace
un inesperado descubrimiento, el cual amenaza con sumir a la Humanidad en el
caos, en “Blade Runner 2049”.
Póster en inglés de 'Blade Runner 2049' |
Han pasado tres décadas desde el 2019, cuando el modelo
conocido como Nexus 6 de replicants –androides que eran prácticamente iguales a
los humanos, pero con tiempo de vida limitado a 4 años-, empezó a expirar en
inventario, mientras que agentes de la Policía conocidos como ‘blade runners’,
se encargaban de eliminar –‘retirar’- a los pocos replicants que quedaban, ya
que eran considerados ilegales en la Tierra.
Como consecuencia de lo anterior, la corporación Tyrell,
encargada de la manufactura de tales replicants, entró en bancarrota y al poco
tiempo desapareció. Ahora en Los Ángeles, en el año 2049, los ejemplares del
último modelo de replicants, los Nexus 8 –androides con largo tiempo de vida,
similar al de los humanos-, siguen siendo ‘retirados’ por los blade runners.
Entra en la historia uno de tales blade runners, el oficial
K (Ryan Gosling), quien durante lo que parecía un caso de rutina, la detección
de un replicant Nexus 8, descubre un secreto enterrado que amenaza con acabar
con la tranquilidad y la seguridad de la vida de los humanos en la Tierra.
Conforme el oficial K indaga más en el caso,
inadvertidamente su investigación lo llevará a buscar a un viejo blade runner,
cuyo paradero se desconoce desde hace años.
La crítica.
La película “Blade Runner 2049” es una rareza del mundo
cinematográfico. Es, al mismo tiempo, una historia independiente y una secuela.
Se desarrolla con una envolvente trama detectivesca ambientada en una era repleta
de asombrosos avances tecnológicos pero, al mismo tiempo, está inmersa en un futuro
distópico poco alentador para la Humanidad. Pero aun así, se alcanza a percibir
en su historia un tenue rayo de esperanza para el mundo del mañana.
La excelente dirección de Denis Villeneuve (“Sicario”,
“Arrival”) trabajando con un guion escrito por uno de los dos escritores de la
original “Blade Runner”, Hampton Fancher, hace de “Blade Runner 2049” una
interesante aventura, tan llena de descubrimientos y giros argumentales, como
de reflexiones.
Póster en inglés de la versión del director de la primera 'Blade Runner' |
A pesar de su notable vínculo con su predecesora, “Blade
Runner 2049” es una película que se sostiene perfectamente como una historia
independiente, que puede satisfacer por igual tanto a fans acérrimos de “Blade
Runner”, como aquellos espectadores que jamás habían visto aquel filme de 1982,
dirigido por Ridley Scott, el cual, a la postre se convirtió en una joya fílmica
de culto.
Al igual que su antecesora, “Blade Runner 2049” tiene urdida
en sus fibras la cuestión introspectiva de qué es lo que significa ser humano: ¿Qué
es lo que nos hace humanos? ¿Son acaso nuestras emociones? ¿Son nuestros
recuerdos? ¿Para qué fuimos creados? ¿Cuál es nuestro principal fin en este
mundo? Como Ridley Scott lo hizo en la primera, ahora Denis Villeneuve lo hace
en la secuela; utiliza a estos androides llamados replicants, y sus evidentes conflictos
existenciales, como un vehículo visual y argumental para profundizar y
reflexionar en tales cuestionamientos. Esto es justo lo que hace la buena
ciencia ficción.
Nuestro atormentado héroe en “Blade Runner 2049”, el oficial
K (Ryan Gosling, en una más que efectiva interpretación) investiga los hechos,
indaga las pistas, teniendo como punto de partida una premisa que lo aterra a
él mismo, pero que su vez, lo atrae de sobremanera. Una búsqueda indagatoria
muy parecida emprendió Rick Deckard (Harrison Ford), en la primera, aunque el
esclarecimiento de aquella búsqueda no implicaba la misma amenaza a gran escala
que sí representa ahora la investigación del oficial K en “Blade Runner 2049”.
Por otra parte, el conflicto emocional de Deckard en el primer filme consistía en si debía o no cumplir con su deber, luego de descubrir que la mujer que él amaba, Rachael (Sean Young) era una replicant y él, siendo un blade runner, estaba obligado a matarla. El deber de Deckard amenazaba con acabar con cual poca humanidad quedaba en él. Por otra parte, ¿podría Deckard arriesgarse a amar una persona sintética, en un sentido, una “persona no real”?
Por otra parte, el conflicto emocional de Deckard en el primer filme consistía en si debía o no cumplir con su deber, luego de descubrir que la mujer que él amaba, Rachael (Sean Young) era una replicant y él, siendo un blade runner, estaba obligado a matarla. El deber de Deckard amenazaba con acabar con cual poca humanidad quedaba en él. Por otra parte, ¿podría Deckard arriesgarse a amar una persona sintética, en un sentido, una “persona no real”?
Ese mismo dilema emocional enfrenta ahora también K en
“Blade Runner 2049”. K también se encuentra a sí mismo enamorándose de una
“persona artificial”, quien complica más la situación porque sí comparte sus
afectos.
Póster en inglés de 'Blade Runner 2049' |
Es por ello que la raíz del conflicto emocional interno, tanto
en Deckard en “Blade Runner”, como en el oficial K ahora en “…2049” es el
mismo: ¿Qué es lo que debo hacer? ¿Obedecer a mis sentimientos o cumplir con
mis obligaciones? Y esa es una cuestión que como humanos alguna vez nos hemos
hecho por lo menos una vez en nuestras vidas.
Desde luego que para llegar a las posibles respuestas, se vuelve
necesario seguir al oficial K en su odisea de impactantes descubrimientos.
Aparte del desarrollo argumental, el aspecto visual de
“Blade Runner 2049” es un verdadero manjar para los ojos. Por supuesto que
están los deslumbrantes efectos visuales; por ejemplo vemos los impresionantes
edificios de una ciudad futurista de Los Ángeles dominar el paisaje, con
pirámides o torres gigantescas iluminadas por asombrosos espectaculares; vemos hologramas
de personas prácticamente interactuar con humanos físicos. Uno de tales
hologramas es Joi (Ana de Armas), que bien podría ser el futuro, muy distante,
de Alexa de Amazon, o de Ciri de Apple, el asistente personal electrónico que en
la actualidad ayuda con sus agendas diarias a usuarios de tablets o smartphones.
Aunque en “Blade Runner 2049”, Joi, más que una asistente personal, también
funge como una acompañante para solteros, algo así como Samantha, el sistema
operativo con la voz sexy de Scarlett Johansson en la película de ciencia
ficción “Her” (2013), de Spike Jonze.
También vemos la aparición, en la forma de cameo, de un
personaje amado -uno de dos personajes que aparecen en “Blade Runner 2049”- de
la primera “Blade Runner”, el cual fue obviamente incluido en esta secuela por medio
de los efectos visuales y un doble.
Pero Villeneuve no le deja todo a los efectos visuales. La
cinematografía, a cargo de Roger Deakins, luce magnífica también. Cuando el
oficial K visita el edificio de la corporación Wallace, que es ahora la encargada
de fabricar a los nuevos y más obedientes replicants, vemos los interiores del
edificio con imponentes muros que nos recuerdan al expresionismo alemán del
cine de la década de 1920, con filmes como “Metropolis”, de Fritz Lang.
Cartel publicitario en inglés de 'Blade Runner 2049' |
Y desde luego está la música, una tarea titánica de igualar
–o superar-, dada la icónica música de la predecesora, la cual estuvo a cargo
de Vangelis. Ahora en “Blade Runner 2049” los musicalizadores son Hans Zimmer y
Benjamin Wallfisch, quienes en todo momento tuvieron en mente la banda sonora
de Vangelis, ya que sus composiciones ahora para la secuela, están repletos de
guiños a los temas de la primera, mientras que, al mismo tiempo, conservan su
propia espontaneidad. La música de Zimmer y Wallfisch transcurre como un
constante tributo al amado soundtrack de Vangelis y, como regalo, incluyen
íntegro uno de tales temas para una escena crucial de la película que aquí no
voy a revelar.
Al ver “Blade Runner 2049” descubrimos que tenemos en Denis Villeneuve
a un evidente fan de la predecesora, ya que así como su música, algunas escenas
e imágenes de esta secuela son también evidentes guiños a la primera.
Como ocurre en “Blade Runner”, en “Blade Runner 2049”, el detective
K, junto con otros oficiales, explora una evidencia crucial con la computadora
y mientras observa la pantalla, le ordena a la computadora avanzar hacia un
determinado cuadro, retroceder, ampliar, ir hacia la izquierda, etcétera, como
lo hizo Deckard en la primera, al examinar una fotografía recogida en un cuarto
de hotel de uno de los replicants.
En otro momento del filme, el oficial K consulta a un
comerciante de la calle para averiguar la procedencia de otra pieza de
evidencia clave. En este caso se trata de Barkhad Abdi, el actor somalí que
interpretó al pirata villano de “Captain Phillips” (2013). Al ver la escena de
Abdi nos percatamos de que su personaje obviamente ha tratado anteriormente con
K, a quien le habla en su idioma natal africano, mientras K, quien entiende perfectamente
todo lo que le dice, le sigue hablando en inglés. En la primera, Deckard
consulta de la misma manera a una vendedora asiática que tiene su puesto en la
calle, a quien Deckard le cuestiona sobre una escama de animal que encontró en
un hotel.
Póster en inglés de 'Blade Runner 2049' |
Y luego vemos los anuncios espectaculares de empresas que ya
no existen en la actualidad, que sucumbieron a la conocida entre fans como la “maldición
de Blade Runner”. El primer filme mostró a esas empresas como gozando de éxito
en el futuro, tales como la empresa de videojuegos Atari, o la empresa aérea
Pan Am, pero que sin embargo, en la realidad al poco tiempo fracasaron. No
obstante, es claro que Villeneuve agregó a estas empresas en su filme como una
forma de decir que lo que estamos viendo en “Blade Runner 2049”, más que un
posible futuro para la Humanidad, es en realidad un “universo alterno”, un término
de la hipótesis de los “Universos Paralelos” de Física Cuántica, una hipótesis
que se está volviendo popular cada vez más en el presente.
Y tal parece que la hipótesis de los universos paralelos –también
conocida como “Multiverso”-, es el rumbo hacia el cual el cine de ciencia
ficción se va a encaminar de ahora en adelante, luego de que populares películas
de ciencia ficción del pasado ya las alcanzamos en la realidad y, en algunos
casos, hasta las sobrepasamos y sus avances tecnológicos –o eventos cruciales mostrados en sus respectivas
historias-, todavía no han ocurrido.
Como ejemplos de lo anterior están las películas “2001: Una
Odisea en el Espacio”, y su secuela, “2010: El Año que Hacemos Contacto” con
vida extraterrestre, lo cual no pasó, bueno, en ese año por lo menos -los
eventos de “2010” todavía pueden ocurrir-, o “Back to the Future 2”, donde se
muestra al año 2015, sin embargo, ese año ya vino y se fue y todavía no hay
autos voladores, chaquetas que por sí solas se ajustan y se secan, o patinetas
voladoras para ese caso.
Como fan acérrimo de “Blade Runner”, en un principio recibí
la noticia de su secuela con cierto escepticismo. Pero ahora, después de haber
visto “Blade Runner 2049”, es con gusto que puedo decir que se trata de una
película que sí vale la pena ver. Luego de ver este filme, uno como espectador
se percata de que “Blade Runner 2049” es, en efecto, una secuela absolutamente
necesaria y, hasta me atrevo a decir, urgente; como “El Padrino Parte 2”, como
“Mad Max 2: El Guerrero de la Carretera”, como “Terminator 2: El Juicio Final”,
o como “Aliens”. Quienes vean “Blade Runner 2049” sin duda se van a dar cuenta
de porqué hago tal aseveración.
Calificación: * * * *
Reparto principal y ficha técnica
Título: ‘Blade Runner 2049’
Dirección: Denis Villeneuve
Guión: Hampton Fancher y Michael Green, basado en personajes
creados por Philip K. Dick en su libro ‘¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?’
País: Estados Unidos
Año: 2017
Género: Ciencia Ficción / Acción / Drama
Elenco: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Robin
Wright, Sylvia Hoeks y Jared Leto
Clasificación: Para mayores de 17 años de edad
Duración: 2 horas con 44 minutos